En varias ocasiones durante nuestra carrera profesional existe un momento clave para decir adiós. Los fundamentos pueden ser varios , cambios de estrategia o el no realizar cambios dentro de una empresa, el clima laboral , la falta de entendimiento, el jefe o dueño de la empresa o en el peor de los casos tener poco feeling con lo que se comercializa. Si esto sucede no debe postergarlo. Se requiere toda la madurez emocional para saber que es hora de partir. Dilatarlo puede traerle más complicaciones aún y tarde o temprano tendrá que afrontarlo.
Como decía Gustavo Ceratti en una de sus canciones: “Poder decir adiós es crecer”. Pero para algunos es un insoportable momento. Frente a estas dos opciones, usted tiene la posibilidad de postergar la decisión, así ya haya llegado a su fin en ese tiempo la relación laboral , o el retirarse con la frente en alto. Es probable que ese adiós llegue acompañado de diferentes sentimientos, de miedos, e incluso de dolor. Nadie ha dicho que sea fácil. Pero cuando se es consciente de que esa relación se estancó y que por más que intentó no fluyó, que ya no hay forma de ascender o generar cambios en la empresa, que se siente coartado en su creatividad, que no hay pros sino contras desde el campo profesional, lo mejor es tener la valentía de retirarse. Eso también es dignidad. Incluso es una forma de darse cuenta de la madurez emocional que ha adquirido y esa racionalidad para tomar decisiones que con el tiempo le dará resultados positivos y grandes satisfacciones.
Señales de que hay que decir adiós
1.- Hay un sentimiento de insatisfacción permanente, no le encuentra un sentido, así lo haya tenido antes . Al momento de tener esa sensación de no alcanzar satisfacción, de no haber razones para quedarse. “La persona ya no busca razones para quedarse sino que se llena de razones para irse, ve solo el lado negativo, empieza a ver otros horizontes, a tener otras expectativas y eso es un indicio de cerrar ese círculo”.
2.- Menos productividad: En su trabajo, ya no crece, ya no se lo goza tanto como antes, esa productividad o esa sensación de estar avanzando ya no la tiene. “Es hora de evaluar, si no se le está metiendo la «ficha» como era, o como se necesita, o si realmente es hora de cambiar. Tienes que mirar esas partes. Hay personas que tienen que terminar o cambiar de trabajo solo por rutina y ahí si hay que tener cuidado porque uno mismo es el que crea la rutina y uno es capaz de cambiarla”, la rutina no es una señal. “Lo que uno debe hacer es evaluar por qué empezó la rutina, cómo cambiarla, qué es lo que tengo ahora que hacer. Tampoco es cambiar por cambiar, sino tener claro qué busca, para dónde querer dirigir su carrera ”, Muchas insatisfacciones que se dan son porque no se sabe qué es lo que se quiere, y se salta de un trabajo a otro.
Ganancias de decir adiós a tiempo:
1. Sentirnos mejor.
2. Ser coherentes con nosotros mismos.
3. Cuidarnos, estar de nuestro lado.
¿Cuál es la mejor forma de decir adiós?
1.- Sea honesto consigo mismo y con la situación. 2.- No se diga mentiras como “esperemos a ver si mejora”, “esperemos a ver qué pasa”. Si no se es honesto no verá la posibilidad de un cierre y vivirá insatisfecho o perderá grandes oportunidades. Recuerde que la vida le da las oportunidades si realmente las está buscando. 3.- No cerrarse a que es mejor malo conocido que bueno por conocer, porque de hecho en la vida hay que tomar ciertos riesgos. Esos riesgos no le van a dar la certeza de lo conocido pero sí de que sea más feliz, que aprenda cosas nuevas. Esa es la compensación. 4.- Se ve más difícil de lo que es pero no es así. Hacer un cierre pareciera más difícil, pero cuando se está listo usted sabe qué tiene de bueno, qué tiene de malo, ya ha visto otras posibilidades, buscará en usted las cualidades que le ayuden a encontrar nuevas cosas. Se trata de soñar un poquito más. 5.- Vencer el miedo. No crea que terminar una relación laboral lo va a ayudar a encontrar una mejor o peor empresa , todas son diferentes. Es importante sentirse satisfecho y feliz. El miedo nos hace ser perfeccionistas.
¿Qué pasa cuando no decimos adiós a tiempo en una relación de trabajo? Se da una frustración en el sentido de vida bastante grande, las personas sienten que no son realmente ellas mismas. Si no puedes resolver un asunto, hay un sentimiento de impotencia que se va incrementando con el tiempo, podemos acostumbrarnos a todo incluso a lo que nos hace daño y eso no debe ser así. Si no estamos creciendo ,si ya no tenemos el sentido con el que empezamos, es necesario aprender a decir adiós, y es doloroso, sobre todo si se lleva mucho tiempo empresa . Por lo general se piensa que se ha invertido mucho en una empresa pero esperar demasiado lo hará más difícil, más complicado.
¿Cuáles son las consecuencias de no decir adiós a tiempo en un trabajo o empresa? Cuando ya no sienta pasión, alegría, reto, gozo por su trabajo, es importante que contemple la posibilidad de buscar un trabajo que sí le dé esa clase de energía.
Se pierden oportunidades porque el mercado laboral espera tener personas jóvenes la mayoría de veces. Se pierde tener experiencia en lo que se es bueno. La persona puede ser buena en algo que no le gusta, pero podría ser más bueno en algo que le encante. Hay que saber orientar esa parte laboral, algunos por necesidad aceptan todo, incluso lo que no les gusta. Por eso es importante tener claro qué se quiere lograr desde el ámbito laboral. Muchas personas se quedan en trabajos insatisfechos porque no saben buscar o no conocen bien su perfil profesional, no lo han estructurado. Trabajan pero no le apuntan a nada específico. En el mercado laboral el éxito está en tener un perfil específico, escalonar la carrera. Si no lo hace la persona se estanca, por supuesto recibe un salario pero no tendrá una posición diferente después de 15 años, seguirá con el mismo trabajo de siempre.
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